lunes, 15 de abril de 2019

VENUS, NUESTRA GATA.


Crónica del día: Ayer nos visitó la Muerte, desdentada y fría, como es ella, y con la  altanería de quién sabe que no hay Vida que se le resista, y nos espetó, clavándonos sus cuencas vacías, mientras nos apuntaba con la guadaña, si nos habíamos creído  que  conseguiríamos evadir la supremacía de todo lo que le pertenece sobre la faz de la Tierra. Nos pilló con la guardia baja y con la ilusión echa añicos... Y nos dejó sin Venus. 

Se llevó dos meses de lucha titánica contra la enfermedad que, atajada por un flanco, nos derrotaba por otro. Nuestra querida gata se esforzó por resistir, por continuar, se aferraba a la vida que habíamos creído le arrebataríamos a esa implacable y huesuda parca.
Venus ha sido, es y será el mejor ejemplo de fidelidad, entrega y amor absoluto de un animal a un humano y viceversa... El vacío que ha dejado no es comparado a cualquier otro, porque el corazón elige el lugar donde posar su necesidad de afecto, de entrega y desolación ante lo inevitable de la pérdida.
Venus ya es Luz Infinita. El arcoíris que dibujó el sol junto a la lluvia de abril, días pasados, frente a sus ojos tristes, se ha hecho fuerte ante su presencia en este mes que nos ha traído lágrimas y derrota.

Era nuestra gata. Es y será, eternamente nuestra.

Luego hablaré más detenidamente de la eutanasia, la que le aplicamos ayer a nuestra gata, la que debería aplicarse a todo ser que ya no tiene más fuerzas para enfrentarse al dolor y la decrepitud, y necesita dejar su cuerpo derrotado, pero que hipócritas éticas y conciencias, no les permiten ni el privilegio de su libertad para decidir...

Hablaré, o hablo ya, porque quizá la indignación me pueda y no asome unos días por la gatera, de los castigos impuestos a los humanos de buena voluntad que llevan a cabo un acto de amor de tal magnitud que no sabe entenderse por mentes irracionales reunidas en hemiciclos para descolocarnos un poco más cada día, manteniendo en vigor leyes caducas que marcan la pauta de mantener a las personas muertas en vida, perdiendo la dignidad de la autonomía y la capacidad de ser y estar, porque hay políticos que deberían sentir pudor ante la chulería de erigirse en dueños de las voluntades de tanto humano que no tienen salud ni fuerzas de seguir luchando, por una invocada conciencia y ética agena ¿Pero qué etica y conciencia podéis invocar, hombres y mujeres de voluntad mediocre, cuando os arrogáis la capacidad de decidir sobre las vidas y muertes de los mortales? Vidas y muertes que no os pertenecen, porque ni siquiera la decisión sobre vuestra vida o muerte es vuestra, porque no soís vosotros, sino Ella, la soberana, fría y huesuda parca, quién tiene toda la potestad. Porque quienes sois, vosotros, para castigar lo que no sois capaces de reconocer como un acto de valentía, entrega y renuncia absoluta al Amor, con mayúsculas.

Un juez dice que hace días un hombre bueno, con nombre de ángel, cometió un acto de violencia de género. Otros "éticos y moralistas", que se cometió un asesinato, pero hace días solo se cometió UN ACTO DE AMOR, ENTREGA ABSOLUTA Y AYUDA A TRASPASAR LA LÍNEA DIVISORIA, ENTRE VIVIR O MORIR CON DIGNIDAD...
Como hemos hecho con Venus, porque no es la eutanasia lo que nos ha dejado sin ella. Es la Muerte la que no le ha dado tregua en su locura por coleccionar el amor de los demás...

Gata Literata.

Nadie muere, mientras el corazón y la memoria pertenezcan al amor, sin paliativos...