viernes, 9 de diciembre de 2022

CORRUPCIÓN, (vía de escape)

 


Crónica del día: ¿Suavizar la corrupción para que no escueza? Versus "la casa de papel".
Dice el calendario que hoy es el Día Internacional contra la Corrupción. Lo que con mi Lengua  de Gata sea capaz de decir otros ya lo han escrito, posiblemente más y mejor, y demasiados lo silencian, por si acaso... Hago esta crónica porque se discute, ahora, sobre la modificación del delito de malversación, que sin grandes descalabros (?) para el Código Penal, lleve a otras formas de entender, para juzgar, la malversación/corrupción en este país tan ¿políticamente correcta? 

No voy a dar mi opinión gática, que la tengo, porque me voy a limitar a recomendar, para quién no la haya visto, la serie "La Casa de Papel". Este puente, largo, ha sido de relax, manta y sofá, lectura, escritura y series.  Por las noches el gaterío de esta casa nos hemos rendido a las temporadas que nos quedaron pendientes con regusto a español final feliz (y que en lo que nos resta  hoy terminaremos de sufrir),  pero que ha llevado Netflix a otra forma más bélica de darle un giro a las temporadas españolas, que bajo la máscara daliniana, los considerados malos salían triunfantes del atraco primero y pudieron disfrutar de playas paradisiacas y del dinero ¿obtenido por lo entendido politicamente correcto?

El mensaje que hay que dar, por parte de "los buenos" pese a las evidentísimas mentiras orquestadas, manipulación, falsas pruebas, torturaciones, secuestros... de todo orden que la serie muestra y demuestra, está claro, tanto en las dos temporadas españolas, como en las que Netflix produjo para sorpresa de propios y extraños, ante el poco éxito que aquí obtuvo, pero las conclusiones sobre la serie quedan para el espectador que, como ciudadanos de a pie bajo los tejados, habrán sacado ya o podrán hacerlo. Es todo un debate... Lo que está claro es que en la historia, el pueblo está a favor de los ladrones y los vitorea como héroes. Supongo, como gata pensadora, que será porque hay causas y motivaciones que no se dan  iguales en todos los robos que se han llevado, llevan y llevarán a cabo, en este país y en los que forman el Planeta.. O se identifican en esta trama considerándoles héroes porque roban al ladrón... Que ya dice el refranero español, "que tiene cien años de perdón". En las temporadas "netflixianas" los ladrones puesen ser abatidos, en una bélica "justicia", pese a lo que pesa en la doble moral y lo que puede entenderse por "el in-cumplimiento estricto de la Ley". Aunque siempre está la vuelta de tuerca...

Los mensajes son distintos dependiendo de qué verdad o mentira quiera contarse, que para eso el celuloide se lo monta de cine...Sabiendo que a veces la realidad supera a la ficción, o viceversa.

Pero la pregunta que nos hacemos el gaterío de esta casa, que para nada es de papel, es el siguiente: ¿Quién roba más, determinadas formas del sistema,  o los ladrones? 

Está claro que siendo gata me puedo permitir toda duda existencial en mi búsqueda continua de ratones...



lunes, 5 de diciembre de 2022

El tiempo que me falta


Cuanto más tiempo creía que tendría libre, más me falta el idem para hacer todo lo que quisiera hacer con tiempo suficiente para llegar a tiempo.  Me involucro en tantas cosas que necesitaría alargar los días para ponerles voces nuevas y dejarlas en mi gatera para ser degustadas, como palabras, por quienes gatos o no, paseen y puedan entrar y ponerse cómodos.  He perdido la bonita costumbre de lamer cada día historias nuevas y dejarlas aquí, con mi Lengua de Gata, impregnar de ironía, humor y sentido común, a demasiados días sin sentido común alguno. 

La vida es lo que pasa mientras nos empeñamos en otros planes, dicen que dijo Jhon Lennon. 

Voy de acá para allá poniendo tanto afán en hacerlo y hacer que la gente lea, escriba, piense, se divierta, actúe, sueñe, viaje, narre, poetice o teatralice la vida... que se me caen las cosas de las manos de tanto como abarcar con ellas quiero.  Me miro al espejo y, a veces, me encuentro con el pelo en disputa y una cara con sueño que me saluda recomendándome descanso y pasos cortos en recorridos largos. 
Así soy yo. Así mi tiempo. 

Me gusta poner una nota de color a la vida dentro de la negrura de tantos días. Jugar con las palabras a soñar bonito, macerar con ellas la cotidianidad, aunque no siempre la narrativa se haga suave de digerir... Es lo que hay.

Voy a intentar retomar el día a día para que mi Gata Literata no se acomode en la gatera, porque desde el anterior artículo sobre "el aceite maravilla", o lo que es lo mismo, el despropósito de la gente de vaciar los supermercados de botellas de girasol (como si fueran vulgares rollos de papel higiénico en tiempo de pandemia), mucho ha llovido, aunque la lluvia haga poco acto de presencia. Y mucho he hecho yo desde que tiempo invierto en ello, aunque me falten horas en el reloj de las prisas, por ir moviéndome de acá para allá con la palabra por montera. Actividades literarias no me faltan, gente bonica con quién compartirlas tampoco... 

En resumen: Que a mí lo que me falta es tiempo para tener más tiempo, la miauverdadseadicha...

Gata Literata.

jueves, 17 de marzo de 2022

En busca del girasol perdido (aceite maravilla)

 

Días pasados intenté comprar dos litros de aceite de girasol para unas frituras de lomo que hace una de mis cocineras predilectas... Y para tener una "botellica guardá", según me dijo cuando me envió a la compra. Me recorrí la Ceca y la Meca, pero no encontré el tan ahora preciado "Helianthus annuus", por nombrarlo dándole bombo al aceite maravilla. Una dependienta, de los comercios que por días alternos he visitado en busca del "tesoro dorado", ya sea en el pueblo, ya en alguno limítrofe, me dijo, indignada, que una señora había acabado con las existencias. Se llevó 6 botellas de 5 litros de un solo tirón, llenando el carro de idiotez supina, pues la señora dijo que ella solo lo gastaba para hacer mayonesa. Semejante tontuna, solo similar a la del papel higiénico en tiempo de pandemia, no debe caberle en el cuerpo a la mayonesera, pero, cuando se prevé una escasez, como en este caso, y a alguna gente ya se le ven las pocas luces que las adornan, los comercios deberían tener en consideración que a la clientela, que se la pretende abundante (no en idiotez, que también), deberían intentar controlar quién sale de las superficies con los carros a punto de reventarles las ruedas, y servir mejor y con un mínimo de sentido común. Pero claro, teniendo en cuenta que ese es el menos común de los sentidos, pasa lo que no tiene que pasar, porque lo que importa es agotar las existencias, aún a costa de que las mayonesas caseras solo sean privilegio de quién más madrugó para el despropósito...

Está claro que la meditación (anunciada a bombo y platillo en facebook días pasados) me dura poco, y la relajación; lo que tardé en salir en busca del girasol perdido...

Carmen Callado,
La Voz de los Días.