viernes, 18 de mayo de 2012

DIAS DE ASUETO.


Crónica del día:  Cualquier día es bueno para cambiar de aires.
El gaterio se va por los tejados a tomarse unos gáticos días de descanso del mundanal ruido pueblerino.  Mayo es un buen mes para cogerse un puente, -aunque ahora no toque puente- pero es lo que tiene encomendarse a Santa Rita la Llorona, Patrona de los Imposibles (funcionarios) que, ni caso que hace cuando se le invoca; por eso de llevar la contraria a los terrícolas cuando deciden ponerse el mundo por montera, en vez de un sombrero de tres picos, por lo menos.

Maullando por lo paupérrimo que se va quedando el bolsillo, tras varios años de congelación salarial y pérdida de más de un 8% de poder adquisitivo por eso del déficit público que, más que público, parece privado, - y no quiero señalar con la zarpa- pero está claro que no es público y notorio que sepamos cuanta pérdida han tenido los politiquillos que, des-gobernando el País de Nunca Jamás, no sienten ni padecen la languidez del monedero, ni el carro de la compra se les queda a la mitad con el doble de gasto. Tampoco  nos consta a los ciudadanos que ellos sufran al cargar las mochilas para irse unos días de albergue o camping  de fritanga comunitaria. Que va, esos somos los gatos, -y que no nos falten albergues ni campings gas- que sabemos y podemos disfrutar como enanos cuando nos cogemos unos días de despendole en la arena de una playa igual de comunitaria, -que para eso somos Comunitarios- o un pueblo con encanto de los de esta piel de toro cañí; porque eso de los paraísos –los fiscales y los del  refrigerio en coco servido por cachas de vértigo, y el servicio de señorita de compañía incluida en el precio- no es para los sencillos y mortales gatos con botas.

Pero el caso es que los gatos de esta Ciudad, nos vamos unos días a tomar el fresco, si no nos acaloramos demasiado; porque el 22 de mayo tenemos fiesta y, que nos dure; porque las vemos venir canutas. Pero como ser pesimista no viene a cuento felino, mientras se puede, se puede, y cuando no se pueda, ajo y agua, como decimos cuando no hay más remedio que ajo-derse y agua-ntarse…

De lo que se maúlle, olisquee y la vista nos alcance, dejaremos cumplida información en esta bitácora del gato, porque si el tiempo no lo impide y la suerte nos acompaña, el Valle del Jerte después de otros gáticos lugares- nos dará para la crónica del día después.

Me llevo la lengua dispuesta, para lo que se tercie lamer.
Gata Literata.