jueves, 20 de diciembre de 2012

NI LA MULA NI EL BUEY.


Crónica del día: Ni buey ni mula en el portal; han sido desahuciados del pesebre. 
El Papa ha hecho los deberes y dice que no resoplaron al Niño, y que los Reyes Magos eran andaluces. Por lo que es de suponer que sabrían bailar flamenco.

La mentira está ahí afuera. Solo hay que buscar la verdad dentro...Si existe.



Se nota que a los belenes les está pasando factura la crisis, parece que en este caso de la fe. Si es que ya lo vengo avisando según la crónica de la calle; nada es lo que era, ni lo que parece. Toda la vida el buey y la mula protagonistas de ese mundo de creyentes que han celebrado que el Niño Jesús naciera en un pesebre de aquel portal de Belén, y ahora resulta que nunca emitieron calorcito entre paja. Ni tampoco es verdad que los Reyes Magos fueran de Oriente. ¡Qué va¡ Desconociamos que tenían la gracia y el desparpajo en vena; que seguro cantaban bulerías, y le daban al taconeo brindando con rebujito en la feria de abril sevillana. (De la antigua Tirso o Tartesso llegaron, y de por ahí, por Huelva, Cádiz o Sevilla, se dice que eran los orientales reyes de camello, oro, incienso y mirra, ahora devenidos en occidentales y de España, para más solera.
Al parecer, los salmos siempre se han leído a oscuras y han sido malinterpretadas sus lecciones. Pero Ratzinger, (del que se dice que es el último Papa) puede que quiera pasar a la posteridad dejando limpia (cosa improbable) su hoja de servicios y está dando su opinión urbi et orbi para alivio de su pesada carga papal.
Poco a poco, los “santos” padres van tomando conciencia de las barbaridades históricas cometidas por sus empresas. No han hecho las iglesias ningún ERE. (que se sepa), pero en definitiva están haciendo recortes en cuanto a creencias erróneas, y eso, en estos momentos casi es de agradecer, porque la crisis que se comparte, pareciera que es menos crisis… (Esperemos que no se perciba como “mal de muchos, consuelo de tontos”.
Me pregunto también, que será de esa profecía anunciada por los más agoreros para el fin del mundo el día 21 de diciembre, aquella que los Mayas vaticinaron para que tengamos un bulle bulle recorriéndonos las carnes en las puertas del sorteo de Navidad. -Estaría bueno que este año fuera a tocarme el Gordo (de la Lotería) y por eso de que un día antes todo se esfuma, se me quedara el número achicharrado en el bombo-
En fin, el caso es que yo, esto último no me lo creo. Que acabe el mundo pronosticado con tanta antelación me da a mí que va a ser como el cuento del lobo, (esperemos) y ojalá nos llegue cuando hayamos vivido lo suficiente como para no importarnos que nos pase como a los dinosaurios.
No obstante, como gata sensible (que no sensiblera) espero que estos días, sobre todo, en la calle el orgullo se lo trague el pavo, los portales se iluminen con hilos destellantes y desternillantes, y siga el Arte alimentándonos con arte; y la palabra nos lleve a degustar el corazón (muy hecho) de las gentes.
No hay remedio: Es Navidad...Y a mal tiempo, sopla-suegras.