Crónica del día. Hoy los gatos pedimos por los perros, por solidaridad y respeto animal; aunque tengamos que mirar al mundo del revés...
Soy Verso, un gato feliz y encantado con los humanos
que me ha tocado en suerte; porque otros "animalicos" no
pueden decir lo mismo. Me refiero al pobre Excálibur, un perro sano
y feliz con una familia humana que lo cuidaba y quería; pero por
esas cosas del destino parece que tiene las horas contadas. Su ama,
una trabajadora de la sanidad española (¿sanidad?.. siempre me lío
con los humanos y sus palabras tan contradictorias que utilizan), se
contagió (o eso creen, porque ni una prueba le han hecho al pobre
para confirmarlo) de ese virus maldito que llaman ébola, que a su
vez se lo contagió a ella un enfermo médico y a la par misionero,
que trajeron a España para que se “curara” y acabó muriéndose
y enfermando a la enfermera. Total, que como esto siga así, entre
unos y otros van a matar más que la Muerte, porque ahora quieren,
los mandamases de este país de pandereta renovada, matar al pobre
animal por si acaso tiene el virus ese. Pero creo que solo se lo
suponen, porque estos defensores de la vida y la buena muerte,
piensan que el perro no se merece, por ser animal de unos ciudadanos normales y
sin postín, prueba alguna de diagnóstico ni cuarentena o estudio
veterinario que se precie; quizá porque es un perro y los perros ni votan a los "representantes" ni
conceden tarjetas de crédito de esas que a los que des-gobiernan les
dan los bancos para que gasten a manos sueltas; ni tampoco tienen
acciones en la Conferencia Episcopal, o pueden hacer que los paraísos
fiscales sean más reales que el Paraíso Terrenal... Bueno, que para
qué seguir maullando de rabia... Hay humanos que ni se les puede
arañar en las conciencias (si la tuvieran), por si acaso nos
contagiamos de esa terrible enfermedad que padecen...
Hago un llamamiento felino para que no sacrifiquen a
Excálibur; al menos hasta que le hayan puesto en cuarentena para
comprobar si deben sacrificarlo en beneficio de humanos de buena
voluntad y evitar que, ahora también, España esté en el ojo del
huracán de la mala praxis animal.
Firmado Verso, el gato literato.