miércoles, 10 de octubre de 2012

SI TE ENCUENTRAS CONMIGO.


Crónica del día: A veces no hay horas suficientes en el día para tanto afán.


En ocasiones pienso que la mejor forma para ir despacio sería si nos quitáramos los zapatos, porque al menos miraríamos por donde vamos, más que nada para no pisar excrementos de perro en las baldosas ni chicles ennegridos en las aceras. Pero también como una forma de caminar con la calma que requiere la desnudez de un día tranquilo, donde veinticuatro horas fueran las que tiene asignadas el reloj y no las que nos faltan en el día para llegar a tiempo.
 
Demasiado corremos a veces para no ir a ningún sitio. La prisa se ha instalado sin calma en los hogares y en las ansias. El stress, enfermedad de moda que la sufren más de cuatro, quita el aliento y el sabor picante de la vida, engullendo lo que encuentra a su paso como un tornado.
 
Otras veces, -y me miro a mí misma sorprendida de no reconocerme en la prisa- me olvido de las cosas más triviales, simplemente, porque no me tomo tiempo para recordar. O, quiero hacer tantas cosas a la vez, que acaba el día y yo agotada en él, sin desfacer el entuerto que queda pendiente para el día siguiente, y eso, si llego a acordarme de retomarlo; o si no me acucian agobios nuevos...Total, que como decía aquél: entre ponte bien y estate quieta, no consigo, la mayoría de las veces, llegar ... Como tú, no digas que no...
 
Hoy, he recordado aquellas tardes de relatos en la "otra cara de la radio". Una radio amiga que cerró por la crisis; no de identidad, sino porque ya apuntaba maneras el descalabro económico, ¿Y quién era el guapo con empresa al borde de una bajada de cierre, que invertía en anuncios radiofónicos en una emisora nueva como aquella 24FM de mi amigo Pepito? Así fue como mi programa de mesa camilla y tardes narradas, que se acercaba a quienes se dejaban acariciar desde la magia de las ondas, pasó a descansarme la voz aunque la boca no quedara quieta. Y es ahora, que la prisa es todo, y para nada la mayoría de las veces, cuando sale a mi encuentro aquel "Si te encuentras conmigo", donde el tiempo tiene que ver con la sensación de lo deprisa que nos lleva; sobre todo cuando no nos paramos a saborear lo que de bueno tiene el día a día,  ni  ver  siquiera a quienes tenemos cerca, o pasea a nuestro lado, cuando corremos  contra el reloj.
 
Aquella voz, la dejo aquí, en la Radio de nuevo, donde la Lengua no quiere quedarse quieta, ni falta que le hace.
 
Gata Literata.