miércoles, 27 de diciembre de 2017

DE ESPALDAS AL TIEMPO



Crónica del día. Entre ponerse bien y estarse quieta... Llegó la Navidad

Ayer felicité a un amigo via whatsapp. Le deseaba felices días y no solo para estos ahora que estamos de vuelta con las navidades estas de los cojones (en sus palabras) y, como este rincón es particular, como el patio de mi casa, que siempre de que llueve se moja como los demás (valgamé como desbarro a estas horas con las infantizadas de ayer), aquí, en la gatera, se piensa y se escribe como nos sale del bolo, y  hoy me ha dado fuerte el no parar de acá para allá entre lecturas y escrituras varias, además de que así entretengo la tarde que la he dedicado a no hacer absolutamente nada después de comer sobras de ayer y guardar los platos sin fregar hasta mañana. Que bastante he tenido con la cena de Noche Buena y la comida de Navidad... Vamos, como si no hubiera más días que longanizas para comerse unas gambas a la plancha, unas cocochas con laurel y unas paletillas al horno, con idas y venidas  reiteradas al fregadero para llenarlo de perolas, sartenes y grasas varias... Me enrollo... Me decía mi amigo que odia la Navidad, y que pese a ello, ser navideñamente correcto, como yo, obliga a ir felicitando a diestro y siniestro, en un constante juego de traición a uno mismo. Absolutamente cierto. ¡Pero, como no le deseas a todo el mundo feliz navidad, aunque el resto del tiempo no le desees ni que se le arreglen las rayas torcidas de los pantalones!... Es lo que tienen estos días,  las cosas como sean, que por ser tan luminosos y fluorescentes, nos permiten ser, hacer y decir, lo que ni se nos ocurre sentir el resto del año...

Aunque yo sigo pensando, como Melendi, que la Navidad la inventó el Corte Inglés,  el Niño Jesús debe estar hasta los pañales de que no le hayamos inventado una vida distinta, ni dejarlo crecer como deben crecer los niños, porque dentro de nada, para más inri,  de golpe, lo pondremos de  33 años y preparado para el  madero.

Así somos. Así vamos... Tan rápidos para todo. Tan de espaldas a la realidad. Y lo que es peor, de espaldas al tiempo.

Gata Literata.



miércoles, 1 de noviembre de 2017

REÍRSE DE LA MUERTE



Crónica del día: De todos los Santos y esos muertos que no lo están tanto (no en nuestros corazones). Me he comprado esta calavera tan sofisticada. Quiero aprender a reírme de la Muerte, para que ella no me haga llorar.


Volví ayer al Cementerio, como cada año por esta misma fecha. Y otra vez la misma voz. "guapa mía, yo no me quedo aquí, siempre vengo siguiéndote, pero pareces sorda. Tus flores las quiero en casa, en el jarrón de mi madre que aún se conserva como si en el tiempo no hubiera espacio"...
La abuela sigue mis pasos. Camina entre las floreadas tumbas como si flotara (bueno, es que flota). Yo no la veo, pero percibo su cercanía. Se agarra de mi brazo, porque las manos las llevo ocupadas con crisantemos y me da prisa para salir de allí. Lanzamos una mirada a algunas sepulturas, donde nos llama la atención el olor suave de las rosas. Los jóvenes que miran desde el tiempo, detenido, en blanco y negro, ya hubieran sido padres de seguir caminando por el Mundo de los Vivos. Pero la Muerte es lo que tiene, que no se anda con chiquitas y se lleva consigo cuanta más juventud pueda. Quizá para verse en una hermosura que no le pertenece. También nos llama la atención caras que nos sorprenden de una juventud que ya no tenían cuando se los llevó La Parca. Y nos miramos la abuela y yo, encogiéndonos de hombros ante tamaña insensatez. No entendemos como un muerto de 80-90 años, tiene una imagen de un/a jovencito/a de 30. Tamaña discrepancia nos hace caer en la cuenta de que quizá la culpa no la tiene el muerto, por muy coqueto que fuera,  sino en el vivo que no quiere dejar a su ser querido con arrugas eternas mirando al infinito, ni decirle al Universo que su muerto ya no era de melena abundante,  risueño, de inmaculada boca y dientes completos, pero la verdad es que nos confunden desde la juventud que se asoma en fotografías lapidarias,  porque no es  la juventud (por suerte), la que quedó truncada, sino la edad propia de perderse por los caminos de un más Allá que nunca entenderemos del todo. 
Como quiera que sea, cada vez que voy al Cementerio la víspera de Todos los Santos, porque es Ella, quién me encomendó esa gestión (porque no sabía antes de su partida que seguiría cercana), que no siento, en absoluto, que tengo nadie allí, por eso, limpio la lápida, coloco las flores y le digo a la Abuela, siempre lo mismo. Venga, vámonos ya, aquí no tenemos nada que hacer. En la casa nos hemos dejado todo revuelto. Volvamos a lo nuestro. Tú, a lo tuyo. Yo, a lo que salga.

Gata Literata.

lunes, 2 de octubre de 2017

1-O



Crónica del día: Parece el resultado de un partido de fútbol, 1-0, pero no. El 1-O se ha escrito, incomprensiblemente, con sangre. 

España duele, quizá por eso Cataluña se lamenta y quiere irse de  un país que, por sí mismo, no tiene la culpa de nada,  pero la libertad pareció, parece y parecerá perdida entre los inexpugnables muros del des-entendimiento por culpa de los des-gobernantes de turno, mientras no vuelva la diosa Bastet, que evite tanto desatino entre los pueblos.. (Pero mucho pedimos los gatos a estas alturas del despropósito mundial)

Los gatos de esta casa no sabemos bien si querer irse de España es bueno, malo o in-evitable, ya que los gatos somos seres libres, por antonomasia, y no nos gusta que nos dominen. Pero desde nuestra gatera hemos asistido, asustados, al devenir de un día, mejor dicho de un pulso, entre el Estado que se llama de ¿derecho? y la ciudadanía que, sin importar sus años y achaques, han sido vapuleados en sus carnes y ni que decir tiene que en sus conciencias.
Los más patéticos dicen que la sangre caída de la frente al suelo, de hombres y mujeres, en el día de hoy, es simplemente kétchup y eso demuestra la fealdad de todos aquellos que son carne de odio y represalia. Del reflejo de aquella España que los más mayores intentan olvidar y de la que demasiados intentan conservar. 

En el día de hoy se esperaba de todo, porque ha sido anunciado todos estos días a bombo y platillo, que el derecho de sufragio  en Barcelona, que, por la fuerza ha sido negado en toda su extensión de la palabra, no se llevara a cabo con todas las garantías.  Y los gatos de esta casa podemos maullar, a nuestro leal saber y entender, aún sin entender mucho del lío autonómico ese,  ante una retirada de urnas o papeletas a las que, previamente, los que se llaman demócratas, han hecho todo lo in-humanamente posible para evitar que unos ciudadanos voten y se manifiesten con lo que nos costó decidir...incluso a esos manchegos que no tenemos deseos de irnos aunque sea a la feria... (cuanto miedo a que el pueblo hable, a estas alturas, todavía) y, si no es buena, que eso parece, la independencia pretendida, por Bastet, propicien los que puedan un referendum libro o pactado y que el Pueblo decida, por eso que se dice que pueda ser soberano, (vaya, ya asomó la corona su cabeza)...Pero que se haya apaleado, pateado, aporreado incluso a ancianos, es reprobable y vomitivo y eso de la medida de lo que, en realidad, al día de hoy,  sigue siendo España, que ha intentado evitar,  a tiros  de pelota, que un pueblo sea... Pero lo más lamentable es que ha resultado peor el remedio que la enfermedad.

Hoy, en realidad, Clara  Campoamor  ha vuelto a morirse. 
Gata Literata.



sábado, 19 de agosto de 2017

POLÍTICAMENTE INCORRECTA


Nunca entro a debatir sobre lo que no entiendo. Sería una osadía, por mi parte, inmiscuirme en temas diversos o candentes para los que no podría tener una respuesta coherente y acorde con la realidad. Porque, en realidad me pregunto, demasiadas veces, cuál es la realidad de las cosas, la verdad, verdadera, de una razón, cuando, dependiendo de quién, cuando, cómo y por qué, puede no haber razón alguna para, por ejemplo, el odio que se pone de manifiesto, incluso opinando. Claro, que alguien dirá ¿Cómo que no hay una razón para el odio? El odio en sí, es una razón, cuando se siente, tanto, tan tristemente cruel y cotidiano, por esas causas que cada quién es capaz de esgrimir, como razonables, en defensa de tan diversos motivos para odiar.

Lo mejor que podemos hacer es leer para estar informados. Pero su previa escritura no puede convertirse en un motivo para pretender sentar cátedra desde las opiniones sesgadas y, en estos días, tristes días, se está opinando demasiado y mal (a mi entender), porque aunque el corazón tenga razones que la razón no entienda, desde la ignorancia, el odio o las ideas que cada quién crea tener más acertadas que las del vecino, el caso es que, aprovechando algo tan deplorable como es la masacre de Barcelona, una más de tantas en las que se nos pone de manifiesto que el mundo se descompone, da asco leer opiniones de gente de derechas, gente de izquierdas, de personas que creen mear agua bendita y de los que se la cogen con papel de fumar.

Grabar o compartir vídeos morbosos, imágenes en las que nadie querría ver a un ser querido, dar opiniones atentatorias, titulares chulescos y discursos maquiavélicos, sacar a colación situaciones recientes u opiniones de antaño, con la poca sana intención de des-componer más el panorama en el que nos envolvemos (que ojalá nos desenvolviéramos), es, para mí, sin lugar a dudas, de un asco vomitivo.

Pero dicho esto, no estoy, en absoluto, en contra de la opinión. De dejarla en cualquier rincón, para ser leída y por tanto, opinada. Faltaría más. Somos libres (o eso creemos) de pensar aquello que nuestro intelecto (de tenerlo), sea capaz de crear. Pero el problema es que no  siempre estamos preparados, ni los unos ni los otros, para entender lo que deberíamos. Ni siquiera estamos seguros de lo que decimos y por qué lo decimos, y otras veces, somos incapaces de poder responder con precisión sobre lo leído o escuchado, porque en realidad NO hemos entendido nada.

Porque, en definitiva, cada quién cree estar en posesión de SU verdad. Y eso no es la Verdad. Es, simplemente, SU. Y así nos va.

En mi pueblo están en fiestas. A mí, como me la trae al pairo (y están resultando incluso grotescas), me sale de las zarpas y de la gata que llevo dentro quedarme en casa y escribir, por si alguien me lee, y opina.

sábado, 29 de julio de 2017

DE NUEVO OTRO INFIERNO



Se queman los bosques. Se quema la madera que hace leña del árbol caído.  Se queman los sueños. Detrás de cada incendio hay un fracaso (de la Naturaleza), un triunfo (de los pirómanos), un logro (de los interesados), una pérdida de hogar (de los mamíferos que lo habitan), un miedo (de los pájaros que no tienen ramas), un desprecio (de tantos que se recrean en el mal)... Podría seguir, pero al día lo necesito para otras cosas. Fuera hace un calor sofocante. No le recrimino nada al Sol, que cumple su misión de verano, sino al maldito fuego que arrasa, una vez más, la vida. 

Que se apague el incendio. Yeste (Albacete) no se merece tanto infierno.

viernes, 9 de junio de 2017

EXPLOTACIÓN (y rabia)

Si me llegan a decir que hace unas noches iba a asistir a, no diré un espectáculo, que de esos voy bien servida, porque tantos años asistiendo al circo, que ya sé cuando crecerán los enanos, sino a la frívola argumentación y utilización de la EXPLOTACIÓN, por quienes se erigen en adalides de la  Igualdad, y yo me hubiera roto las muelas con cualquiera que osara ni siquiera insinuarlo. Pero sí, sentarse en un sillón nocturno, después de todo un día de los de tantos, de esos sin respiro, de subir y bajar por las letras (y no las literatas), de tener cuidado, de asumir más y nunca reconocido, de ser, en definitiva, pese a tantos pesares, quién la ética profesional y el trabajo, de sobra, me permiten.

En realidad siento rabia, pero más pena. Ser político/a debe nublar el entendimiento, ya no me cabe duda. Quienes me conocen bien en ocasiones me tachan de ingenua, y a fe mía que me reconozco. Sí, ingenua. Siempre creo, hasta que se me demuestra lo contrario, que hay personas que, en verdad, luchan por una causa que, por extensión, será una buena causa para unas gentes, un pueblo, una vida en una comunidad a la que, a la postre, nadie les ha obligado a meterse. Pero luego me dice mi lado oscuro que no, no y mil veces no. Una persona puede ser muy ética en su vida profesional y personal, pero cuando se pone a los pies de unas siglas, de una idea, de SU causa que suelen ser, preferentemente las de la militancia, se disuelve su equidad como azucarillo en charco de agua.

Ser o haber sido militante, simpatizante, poseedor de carnet de un partido político, hija de fulano o amiga de mengano, siempre da patente de corso. Y  es así. Basta con “quejarse”  para que a todos los dolores (aunque sean fingidos o interesados), se les aplique un remedio. Y yo, que asisto atónita al devenir de los años, de tantos años, y aunque la discreción me obliga, la indignación, ante tantas cosas con sus causas, me hace hablar sola y subirme por  los tejados.

Mentir, tanto mentir. ¿Qué valor tiene la vida de un mentiroso que hace de la política su modus vivendi?
Fingir, tanto fingir. ¿Qué valor tiene la realidad ante quienes hacen de la ficción una tarjeta de visita?
No saber. Tanta ignorancia. ¿Qué valor tiene el aprendizaje de quienes no se preocupan ni de conocer las reglas  básicas para intentarlo.
Desoír. Tanta sordera ¿Qué más da lo que sea justo, si el de enfrente no nos importa, para escucharlo.

A lo que vine. Que me enredo en la bandera del cansancio y se me olvida el leitmotiv que, principalmente, me ha hecho salir de la gatera y darle un repaso con la lengua al zaguán recién pintado.

Mujeres con deseos de llegar a algún sitio en la política. Mujeres que estuvieron (y psicológicamente se quedaron) en la política. Y mujeres que están, incomprensiblemente, en la política... De pronto, frivolizan con algo tan serio, tan indignante, tan cruel, tan detestable, humillante… y  que tantas luchas, reivindicaciones y hasta muertes causó, causa y causará, como es la EXPLOTACIÓN a la Mujer. Todo, por una hija de su padre, que no tiene otra cosa que hacer que, en vez de trabajar y agradecerle a la vida tener un trabajo que, aunque mal pagado, eso sí, pero como el mío, como el de ellas, como el de algunos, como el de tantos… Sólo hace que quejarse, continuamente, desoyendo a la propia suerte desde que le ayudaron a pisar el umbral para quedarse. Pero un sueldo que para sí quisieran más de cuatro, a estas alturas de la vida. De pronto, incomprensiblemente, se suelta (previamente escrita para que no se quede en el tintero), la malintencionada palabra. Una palabra dolosa, por la simple razón de no existir razón alguna, para lanzarla. Como el que reivindica pan para el ahíto de carne. Como una soberana mentira. Una desfachatez absoluta. Una apostasía. Una incomprensible y de repente asquerosa forma de hacer ¿política?... Si eso es la política. Si eso es la causa por la que se va a la política. Si en eso se convierte la vida de la gente “normal” cuando todo lo ve a través de los ojos de la política, que la diosa Bastet se los demande.

Soy Mujer y orgullosa de mi razón y condición. Pero jamás me cegó la vida para no ver, más allá de que en mi sexo llevo bragas y en mi seso la cordura, de que la Igualdad es mucho más que usar la política para hacer creer, de cara a la galería, que se lucha, realmente, por la defensa de los derechos, de la dignidad, del trabajo justo, de las reivindicaciones, de las oportunidades, de poder ayudar a cumplir los sueños… Y de  apoyar, siempre y en todo lugar, a la mujer, cuando la mujer de verdad lo necesita… Pero de eso a hacer una burda burla de lo que es la verdadera explotación a una "frivolizada explotación" para defender a una determinada y concreta mujer, una trabajadora (ya pongo el adjetivo hasta en cursiva), va un mundo. Y frente a ese mundo me tendrán, luchando como una gata de siete vidas,  aquellas personas que, lejos de utilizar más y mejor el momento que la política les brinda, lleguen a ser meras serviles de unas siglas, de un carnet, de una militancia y, sobre todo, de no convenirles, en realidad, comprobar quién hay o qué, detrás de una intención. De no seguir el camino, que lleve a la verdad de las cosas y, entonces, sólo entonces, encontrar la justicia para poder aplicarla y/o reclamarla.

Siento rabia, ya lo he dicho al principio. Pero siento más pena. Detrás de cada político/a, antes hubo una persona que quiso hacer bien las cosas. No me cabe duda… (Bueno, no meteré las zarpas en el fuego, no vaya a salir con el rabo entre las piernas)… Pero llegan y son de otra forma. Se convierten en otra cosa. Ya no hay igualdad real (que no nos cuenten cuentos). Porque se establece el eres de los míos o de los otros… el eterno estás conmigo o contra mí.  Y ¿Dónde queda querer y hacer cosas por  un pueblo, en realidad?

Pero señoras y señores de la vida política municipal. La señora X no está explotada. Y lo saben. La señora X debería dar las gracias, cada día, los 365 días del año y, ni aún así, podría considerarse explotada por tanto agradecimiento… Las mujeres y los hombres, que en realidad, cada día, trabajan, trabajamos, sin medir, sin exigir, sin invocar solo derechos, cuando también hay tantos deberes, los que nos dejamos las pestañas y alguna neurona de tanto estrujarla en los papeles… La otra noche, en una mala, malísima, jugada política se dio un bofetón a tantas y tantas personas que, trabajando mil veces y mucho más, nunca, jamás, se consideraron, nos consideramos, explotada/os… Frivolizar no es serio. Sobre todo porque hay una verdadera y dura realidad en aquellas personas, hombres y mujeres, que si sufren explotación hasta en  sus corazones.


Se explota a niñas que tejen prendas a escondidas y se le revientan los ojos cuando se cuela el sol por las rendijas de la miseria. 
Se explota a mujeres cuando un chulo la obliga a fingir placer y él cobra por su asco.
Se explota a niños cuando cargan fusiles en vez de juguetes para mitigar la inocencia que no tuvieron. 
Se explota al hombre que no llega a viejo con sus sueños... Y se explota tanto...
Pero, ay, de aquellas personas que frivolizan la explotación, porque de ellas será el reino de los necios.

miércoles, 10 de mayo de 2017

GATOMANÍA



Cierro los ojos y veo gatos. Los abro y veo gatos, mirándome. Miro a los gatos como me miran. Me miro y me veo en todos los gatos...

Seguro que alguien piensa que estoy como una cabra...
Pues no...

jueves, 2 de marzo de 2017

MISOGINIA



Crónica del día: No hay día que un impresentable, o un grupo de ellos, no diga cosas impresentables.

Llevo trabajando toda la vida (menos los años que anduve a gatas), creo que jamás le he faltado el respeto a hombre o mujer, trabaje más o se acomede menos, y de pronto aparece un misógino impresentable, parlamentario, con un sueldo que seguro que no se ha ganado ni un solo mes y me insulta, insulta a mi madre, a mi abuela, a mis amigas, a mis vecinas... Todo ello apelando a lo más rancio del conservadurismo, pero lo más más patético no es verle la cara y escuchar su desprecio (que no tiene nombre), sino comprobar que en vez de seguir evolucionando seguimos involucionando (entre eso y darnos una lección de anatomía un autobús naranja, vamos apañados). Yo, si fuera maleducada, les daría una patada en el trasero a más de cuatro, porque eso si es hacerles ir hacia adelante.

Gata Literata.

domingo, 26 de febrero de 2017

VIVIR O SER VIVIDOR (he ahí la cuestión)


Crónica del día. La vida es complicada porque los humanos no entienden bien de la importancia de vivir.

Después de leer que  un luchador  no ha podido seguir, pese a los esfuerzos por ganar la batalla a una guerra donde la muerte se erige con la bandera de la derrota.  El acto de asistir, atónita, al devenir de los días, donde el descontento es consustancial al despropósito que nos vemos obligados a asumir, no me hace sentir conforme en que todo lo que nos desagrada o repugna, se minimiza ante lo más doloso que es morir joven. Al contrario, acrecienta mi perplejidad ante los que no entienden que no hay nada más importante que la vida, pero sin pretender  vivir a cuerpo de rey ni a bandazos de i-legalidad. Que el afán de “superación” a través del arribismo, el fraude, el oportunismo (menos o nada penado), por ser ellos quienes son, no es igual que  el afán de superación en una lucha por no morir en el intento de ganarle el pulso a una enfermedad que acaba con el ansia de seguir con dignidad, para contarlo.

Duele la muerte joven. El final temprano de una edad donde todo podría conseguirse. Y duele tanto “vivo” que se muere de ansias por no tener nunca suficiente, para conformarse.
Que no es igual las sonrisas de triunfo en la salida de un juzgado. Que una sonrisa de esperanza en la antesala de la muerte.

Está claro que las oportunidades en la vida no son igual para todos.

Gata Literata. 

viernes, 6 de enero de 2017

ESCRITORA SUBTERRÁNEA (también)





Enero llega lleno de palabras y sueños cumplidos. Algunos se gestan nuevos y otros aún no se han escrito. Pero lo importante es contarlo, en esta ocasión desde una Playa que se dibuja de arena que no Akaba, porque comenzamos el año como lo acabamos: d-escribiendo ilusiones. Soy de nuevo Libro y también Agenda. Me ha tocado julio, aunque soy de agosto y cosecha. Y la gata Venus, mi más fiel seguidora.

Me gustan las antologías porque un relato tuyo forma parte de una miríada de palabras de otros e historias múltiples que nos aúnan en una ilusión compartida: Contar.
En esta ocasión, el reto era hablar de Madrid y Barcelona. Contar desde Tainted Love, un amor, de los tantos amores que nos conforman, corrompido y absurdo. La canción, originariamente escrita por Ed Cobb, del grupo The Four Preps, grabada en 1964 por Gloria Jones, pero versionada en 2002 por Marilyn Manson, es la que he escogido para recrear la historia de Elisa (relato reescrito a partir de "Aquella Navidad", incluido en mi primer libro de relatos "La Voz de los Días".

Si no pasa nada, Barcelona será mi próxima parada para la presentación de este nuevo libro que, como escritora subterránea, forma parte de una Generación Subway y se ilusiona cada vez que tiene ante sí un reto nuevo: Escribir, escribir y escribir...pasando por leer a aquellos otros escritores noveles o consagrados por la Literatura que, como no podía ser de otra forma, alimentan mis ansias de aprender leyendo.

El 2017 comienza bien. Que así continúe y yo pueda seguir siendo "La Voz de los Días"... (Busco título para otras voces).