Crónica del día: La indignidad en la información o difama que algo queda.
Es más fácil creer en las mentiras que importa urdir para un momento concreto que la ética y el código deontológico que se espera de quienes tienen el deber de ser veraces y no ser siervos del dolo. Como en todo lo que se use para dañar, sea a quien sea y venga de donde venga, me parece repugnante.
Se crece el país de "nunca jamás te confíes" que está desbarrando en términos insospechados. Yo siento pena, vergüenza e incluso asco...
En definitiva, que no estemos viviendo con la dignidad necesaria en un mundo que se tambalea sobre su eje.
Definitivamente que mi reino no es de este mundo. Me siento Mafalda.