Crónica del día: La indignidad en la información o difama que algo queda.
Es más fácil creer en las mentiras que importa urdir para un momento concreto que la ética y el código deontológico que se espera de quienes tienen el deber de ser veraces y no ser siervos del dolo. Como en todo lo que se use para dañar, sea a quien sea y venga de donde venga, me parece repugnante.
Se crece el país de "nunca jamás te confíes" que está desbarrando en términos insospechados. Yo siento pena, vergüenza e incluso asco...
En definitiva, que no estemos viviendo con la dignidad necesaria en un mundo que se tambalea sobre su eje.
Definitivamente que mi reino no es de este mundo. Me siento Mafalda.
Pues no se podría expresar mejor el desasosiego que tenemos muchas ante la magnitud de los hechos que nos rodean. Seguramente el no callarnos servirá para crear todos los huecos que necesita la dignidad.
ResponderEliminarBesos
Gracias Encarni. La dignidad tan vapuleada como necesaria. Sin ella, sin ética, sin vergüenza, sin el pudor necesario para no transgredir códigos de conducta, nos sentimos cada vez más cansados en este mundo que han mal-creado ya demasiados.
EliminarGracias por maullar.
Un abrazo.