martes, 29 de mayo de 2012

GATICEREZAS.


Crónica del día: Dulces lametazos desde la Mancha a Extremadura pasando por Gata pueblo de gatos.

Quién no sepa que las gatas tenemos poderío y don de zarpas, no sabe que un pueblo puede tener suerte felina, si consigue ser regido por alguien con un par de bigotes bien puestos...Y está claro según se de-muestra, que el poderío gático da para tener pueblo propio con pedigrí.
En la Sierra de Gata, llamada Catóbriga por los romanos y como homenaje a la comitiva gatuna,  los gatos tenemos un pueblo declarado Conjunto Histórico de Interés Cultural. Casi na pa los bigotes...Un territorio donde los gatos saben descansar del ajetreo de la cotidianidad.
Aquí, el médico debe recetar maullidos para que el pueblo se nutra y la vida se alargue hasta como poco, 7 de las 9 vidas que se dice tienen los felinos. La fotografía del gático galeno, preside la entrada del Centro Médico que nos saluda mientras los pies se acomodan de paseo entre piedras de historia y musgo y, donde según cuenta  la leyenda, los zorros bebían de las frescas aguas que la pila de la plaza central recoge entre susurros de caño y río.
El viaje preparado zarpas atrás fue de lo mejorcito; en buena armonía y al llegar al primer destino, amigos nuevos que nos acogieron en Villanueva de la Sierra al gato Jorgete, la gata Tere  y a esta loquita de mi, mejor que mejor. Un encanto Ángel y Pepi que, a poco que se descuiden se convierten en gatos de un día para otro.
Claro, que para llegar, casi nos dan las uvas de la ira, -y menos mal que habíamos pertrechado de bocatines y bebidas isotónicas- porque eso sí, tomtom incluido, ni caso; porque la ruta se nos alargó como si nos hubiéramos ido a por cerezas  a la China de Pekín. Salimos de día y llegamos pronto, -porque a punto estaba de amanecer del día siguiente- Perdidos en Extremadura se nos hizo algo en extrema dura. Aunque  la risa continua nos tatuó los ojos  de lechuza. De pronto una rotonda, ora un desvío; ora un equivoco, ora un por aquí no es...Total ¡¡se hicieron las tres de la madrugada, desde las cinco de la tarde¡¡ Y por fin, llegamos a Villa Por Fin, No, no estoy de poetisa subida, es que así han bautizado sus dueños a la casa, porque hay cosas a las que cuesta verles el final...

Buen clima; nada de enfundarnos en sudor de agosto. Hasta la bendición de la lluvia nos acompañó el siguiente día cuando estuvimos en La Alberca de Salamanca que recomiendo a todos los gatos con botas de siete leguas. Preciosa y de encanto medieval.
Bueno y ya, las cerezas del Valle del Jerte... Está claro que los cerezos en flor son una belleza, pero un placer comerse un buen puñado entre col y col.
La vuelta nos acercó a Avila porque una vez cogido el gusto a darle vueltas al mapa, tampoco era cuestión de escatimar kms. Y la sorpresa nos aguardaba al gato Jorgete y a mi al llegar a casa: Venus,  gemía de celo como gata que se lleva la virginidad a la tumba...¿Y quién podría dormir entre los quejíos de una gata sin gato que llevarse al canasto? Le puse unas cerezas en la mesa, unas rosas olorosas, le di su ración de jamón de york, pero dijo que, si bien las habíamos dejado  a Clarita y ella más solas que un gato encerrado; ahora no le daba la gana de callar...Y, ajo y agua...Eso sí, mi Venus es toda una belleza que me la comería con pan si no se acabara...
Ahora que ella duerme plácidamente detrás de esta máquina de contar, el gato escucha música en su espacio y Clarita se habrá por fin entregado al reposo de sus nervios de gata encerrada, llega el momento de que esta Gata Literata se entregue en brazos del amoroso Morfeo y, colorín, colorado, esta crónica se ha acabado...


viernes, 18 de mayo de 2012

DIAS DE ASUETO.


Crónica del día:  Cualquier día es bueno para cambiar de aires.
El gaterio se va por los tejados a tomarse unos gáticos días de descanso del mundanal ruido pueblerino.  Mayo es un buen mes para cogerse un puente, -aunque ahora no toque puente- pero es lo que tiene encomendarse a Santa Rita la Llorona, Patrona de los Imposibles (funcionarios) que, ni caso que hace cuando se le invoca; por eso de llevar la contraria a los terrícolas cuando deciden ponerse el mundo por montera, en vez de un sombrero de tres picos, por lo menos.

Maullando por lo paupérrimo que se va quedando el bolsillo, tras varios años de congelación salarial y pérdida de más de un 8% de poder adquisitivo por eso del déficit público que, más que público, parece privado, - y no quiero señalar con la zarpa- pero está claro que no es público y notorio que sepamos cuanta pérdida han tenido los politiquillos que, des-gobernando el País de Nunca Jamás, no sienten ni padecen la languidez del monedero, ni el carro de la compra se les queda a la mitad con el doble de gasto. Tampoco  nos consta a los ciudadanos que ellos sufran al cargar las mochilas para irse unos días de albergue o camping  de fritanga comunitaria. Que va, esos somos los gatos, -y que no nos falten albergues ni campings gas- que sabemos y podemos disfrutar como enanos cuando nos cogemos unos días de despendole en la arena de una playa igual de comunitaria, -que para eso somos Comunitarios- o un pueblo con encanto de los de esta piel de toro cañí; porque eso de los paraísos –los fiscales y los del  refrigerio en coco servido por cachas de vértigo, y el servicio de señorita de compañía incluida en el precio- no es para los sencillos y mortales gatos con botas.

Pero el caso es que los gatos de esta Ciudad, nos vamos unos días a tomar el fresco, si no nos acaloramos demasiado; porque el 22 de mayo tenemos fiesta y, que nos dure; porque las vemos venir canutas. Pero como ser pesimista no viene a cuento felino, mientras se puede, se puede, y cuando no se pueda, ajo y agua, como decimos cuando no hay más remedio que ajo-derse y agua-ntarse…

De lo que se maúlle, olisquee y la vista nos alcance, dejaremos cumplida información en esta bitácora del gato, porque si el tiempo no lo impide y la suerte nos acompaña, el Valle del Jerte después de otros gáticos lugares- nos dará para la crónica del día después.

Me llevo la lengua dispuesta, para lo que se tercie lamer.
Gata Literata.


lunes, 14 de mayo de 2012

REZO GÁTICO.


Crónica del día: Los tiempos asustan que es una barbaripeich...

De nuevo se me han hecho las tantas, y  pese al peso de las pestañas bajo las persianas de los párpados, no me resisto a entregarme al deseo de dormir a pata suelta y rabo enroscado sin antes darle una vuelta a la lengua y una pasada de zarpas por el gático rincón de mis desvelos.
Más que nada, porque mi lectora fiel, la gata Lola, estará a la espera de maullido fresco atusándose los bigotes, abanico en ristre, -como si la viera-  por eso de los sofocos -no tanto del tiempo que hace que se tienen- sino porque el día de hoy, mes de las flores y las habas, ha calentado el Sol como si nos anunciara que, a poco que se lo proponga, nos achicharra como chusmarro de gorrinera en lumbre de diciembre.

El caso es que el día ha llegado a la noche y,como el pronóstico de los tiempos que se avecinan -según la radio, la tele, la prensa y los facebús- acojonan más que informan, me voy a entregar en brazos del rey del ojo cerrado; más conocido por el Morfeo de mis duermevelas. Eso sí, previo rodillazo en tierra, una "santigüación" a lo penitente y un reclamo al cielo de los deseos; para que la virgencica del Monte Carmelo, nos deje como estamos: si no para mejor,-porque según unos Mayas que no  bailaban Mayos, ni les importaba Mayo, nos tienen con el ¡¡ayy¡ metío en el cuerpo de gato escaldao...Con no sé qué profecías de los co-jones de que esto llamado Mundo se va al paro y nos deja más calvos que culos sin pelo...

Pero, como no son horas ahora de ponerme a mayear, ya vendré otro día con los Mayas, los mayos y el mes de mayo...del no sé por que año vamos, de nuestro Señor...

En fin; rezar, lo que se dice rezar, rezo poco: Pero por si las moscas, iré rezando la oración de mis ancestros... y que los Mayas nos cojan confesaos...
 
Dioses de los cristianos, de mahometanos, de hebreos, escuchad mi voz y dadles en vuestros otros mundos una pelota para que jueguen, un árbol para que trepen corriendo en vuestros paraísos y desde la más alta rama, meciéndose, miren hacia acá, con alegres ojos; dales un pedacito de hígado, un pescado, los domingos, para que ellos también gocen. Señor de los gatos y de los hombres, reúnelos alrededor de ti para que duerman cálidos, enrollados, ronroneantes, felices.
Amén.

Rigas Kappatos
(Cefalonia, Grecia, 1934)
publicado en "Los poemas de Athinulis", 1986.

miércoles, 9 de mayo de 2012

LEYES GÁTICAS.



Crónica del día: Todo lo que el humano estropea, el gato lo araña.

Ya es muy tarde y debo entregarme a Morfeo, pero no puedo resistir la tentación de darle a la desinhueso con las teclas entre los dedos. No son horas de ponerme a elucubrar ni a recitar la vida, por lo que dejo algo que, buceando por la red, que es donde mejor se bucea sin miedo a que te lleve la corriente, me encuentro unas leyes gatunas que, sin permiso de su autoridad y si el copy pega no lo impide, traigo a la Ciudad Gática, para re-conocimiento de todo el mundo felino, (aunque eso sí, citando la fuente que es de donde se llena el cántaro por esta vez, digo que me las encuentro en "El rincón del humor de la Gata y el Búho) por lo que, si ambos vieren mi Lengua de Gata, que digan algo con la suya, y si no, que callen para siempre.

LEY DE LA INERCIA GATUNA
Un gato en reposo seguirá en reposo hasta que sea movido por alguna fuerza exterior, algo así como el ruido de apertura de una lata de comida para gatos.
LEY DEL MOVIMIENTO GATUNO
siempre se moverá en línea recta a no ser que tenga una muy buena razón para cambiar de dirección, como por ejemplo, el ruido de apertura de una lata de comida para gatos.
LEY DE LA OBSTRUCCIÓN
Un gato se tenderá en el suelo de manera tal que pueda obstruir el mayor flujo posible de tránsito humano por el lugar dado.
LEY DEL MAGNETISMO GATUNO
Los abrigos, las americanas y los jerseys atraen el pelo de gato en proporción directa a la oscuridad de la pieza.
LEY DE LA TERMODINÁMICA
El calor se trasfiere de uno caliente a uno frío excepto en el caso del gato, en el que cualquier tipo de calor se trasfiere al gato.
LEY DEL DESINTERÉS
El nivel de interés de un gato en algo será inversamente proporcional al esfuerzo que su dueño esté haciendo para captar su interés sobre ese algo.
 LEY DE ESTIRAMIENTO GATUNO
Un gato siempre se estirará en una longitud directamente proporcional a la duración de la siesta hecha.
LEY DEL DORMIMIENTO GATUNO
Todo gato intentará dormir con seres humanos siempre que sea posible, y en una posición que sea lo más incómoda posible para éstos.
LEY DE LA PRESENCIA EN LA MESA
Un gato, no importa su ubicación original, estará presente en toda mesa donde se esté sirviendo comida.
LEY DE LA ELONGACIÓN GATUNA
Un gato puede alargar su cuerpo lo suficiente para alcanzar cualquier sitio que contenga alguna cosa mínimamente interesante para él.
LEY DE LA AERODINÁMICA
Si algo vuela, un gato lo cazará de inmediato.
LEY DE LAS ALFOMBRAS
Ninguna alfombra permanecerá en su estado plano natural demasiado tiempo.
LEY DE LA OBEDIENCIA
La resistencia de un gato varía en proporción directa al deseo humano de que haga algo concreto.
PRIMERA LEY DE LA ENERGÍA
Un gato sabe que la energía ni se crea ni se destruye; por lo tanto, gastará siempre la menor cantidad de energía posible.
SEGUNDA LEY DE LA ENERGÍA
Un gato sabe que la energía sólo puede ser restituida mediante una buena siesta.
LEY DEL SOFÁ
El deseo de un gato de arañar cualquier sofá es directamente proporcional al valor de éste.
LEY DE LA ACELERACIÓN
Un gato "X" a lo largo de un pasillo "Y" acelerará en una proporción constante hasta que a "X" le dé la gana dejar de hacerlo.

Y por hoy, me voy...

domingo, 6 de mayo de 2012

sábado, 5 de mayo de 2012

TANGO GÁTICO.



Crónica del día: Dedicado a Lola, la gata que siempre deja sus zarpas en la arena de esta ciudad; que sueña tangos y baila milongas a escondidas, y tiene siempre a tecla dispuesta, palabras para la voz callada que nos habita.



Duermo lo justo y necesario, para una gata que ya tiene mucho tiempo durmiendo; pero para soñar no hay que dormirse. Basta maúllar para los adentros. Desperezarse de las penas y robarle una brizna de sonrisa al tiempo. Mirar al cielo desde los tejados, y comprender que hace falta muy poco para poder bailarle a la vida.

Una ardilla cruza rápida como el viento de la mañana frente a mi ventana; busca el sustento y la subsistencia. Como yo, como tú, como ellos. Nosotros somos de agua y aire que huele a tierra y pan, a recuerdos y promesas; y se viste de futuro.

Corren malos tiempos para la existencia, dicen las mentes calibradas y los optimistas bien informados, ante el pesimismo reinante. Pero no hay nada como a mal tiempo, buen maullido. Dirigir el rostro limpio y los ojos serenos al Universo espectante de una caricia, de un abrazo de amor, de un sentimiento generoso y una verdad posible.

Maúllo y maullaré, para que todo  en el Planeta Tierra, sea como tú, como yo, como él, nosotros y ellos esperamos que sea, y si no, cuando no podamos maullar, comprenderemos que al fin y al cabo todo dura lo que tiene que durar; porque  la vida y el amor,  son un Tango bien o mal bailao...







martes, 1 de mayo de 2012

VENUS.


Crónica del día: Venus siente envidia de los relatos de Clara y desempolva la historia de su vida; de como llegó a ser un ángel gato con bigotes felinos.

Miau,miauu,maauu...
Hola, soy una gata siamesa, independiente como tiene que ser. 
 Esto ya lo maullé hace tiempo para no olvidarme de mi comienzo cuando llegué a la vida de mi ama, -gatuna y libertaria- Por coquetería no digo la edad felina, ¡porque me siento tan joven¡

Mi madre se llamaba Luna, y mi padre, como el cantante ese ya talludo de pelo largo, que chilla cuando canta, tan feo, el pobre, Rosendo.
Al poco de nacer en mi salud algo falló, yo lo sabía pero no podía decir nada. Era muy pequeña y apenas era un sollozo mi incipiente maullido.
Enseguida me separaron de mi madre y mi hermanito. ¡Qué horror¡
Mi padre, como era un trota barrios y siempre estaba en tejados ajenos y calles de otros, paraba poco en casa. ¡¡ traidor¡¡
 
Un día, la vecina de mi ama le dijo que si quería un gato, o gata, que ella no se podía quedar con nosotros.
¡Oh¡ me creí morir. Me separaban de mi madre y sus teticas calientes que me alimentaban todavía, tan pequeña y enferma como estaba. ¿Es que nadie se daba cuenta de mi flojera? ¡Claro, a los niños a veces no nos hacen caso cuando llamamos la atención.

El fatídico día llegó.
- ¡Elige¡ le decía una a la otra. ¿el gato o la gata?
Parecía buena chica la que nos miraba desde dentro de unas oscuras gafas.
-¡Ay¡, no sé, los dos son preciosos, dijo.
Menos mal, pensaba yo. Que se lleve a mi hermano y así me quedo otro poco más con mi madre y sus teticas calientes- Pero no. Esta dijo: - La gata, que son más mimosas y no marcan el territorio, como los gatos.
¡Ah, me voy¡. Adiós tete. Mamáááá….ven a despedirme…
Mi nueva ama me besuqueaba sin parar.
-¡Hola, monada¡ decía-
-¡Vaya¡ empezábamos bien. Al menos no era alguien que me quisiera para cazarle ratones.
Me compró de todo: trasportín chulísimo de mimbre, canasta mullida para dormir, caja para la arena de mis inevitables necesidades; comedero y, como no: un ratón de cuerda para afilarme las uñas. Pero yo eso no pensaba utilizarlo. Ella, de verdad que es buena, porque le tengo unos sillones que, ya…ya…

Enseguida me llevó de viaje. Siempre está de acá para allá. ¡Estos humanos¡ Acababan de destetarme y ya me llevan por ahí que no como aún sola. ¡¡Pero si estoy malita¡¡ Ay, señor de los gatos, haz que me mire dentro de las orejas. Decía entre maullido y lamido…
No me mareé, pero tenía en las orejas como una caja de grillos chillones. ¡¡que picor, que dolorida mi cabecita¡
-¡Por favor, amaaa, mírame mis orejitas¡...
Pero nada.

Al llegar casa de mis abuelos humanos, -o sea, los padres de mi nueva ama- no podía más y esa misma noche, en un descuido del abuelo con la puerta abierta, me fui. 
Al mismo salir a la calle, unos críos, -más chillones que los grillos de mi cabeza- me echaron el guante.
-¡Eh, mirar, un gatico¡
¡Gatica, nenes, soy chica. ¡Jolín, que me miren¡. ¿Es que no ven que aparte del culete de chica, tengo el pelo de tres colores? -Las gatas tenemos el pelo de tres colores, los gatos de dos.
¡Bah¡ humanos¡. –Pero eran majos esos críos. Enseguida me adoptaron para ellos. Me llevaron a una tienda y me compraron un cuarto de pienso para bebés gato. Pronto me dieron de cenar y, de pronto, los abuelos jadeantes aparecieron yendo hacia los críos.
-¿De dónde habéis sacado el gato?
¡¡y dale¡¡. ¡¡Gataaaa¡¡.
–De ahí, bajaba por las escaleras -dijeron algo asustadizos-
-¡Pues es la de mi chiquilla-¡
¿Chiquilla, mi ama?.... ¡Hombre, joven es, pero chiquilla¡…
-Dármela, nenes, que se nos ha escapado, y a mi hija le va a dar un telele. ¡Seguro que cuando yo me muera, no me llora tanto¡
¡Ale¡. Ya estaba yo con mi abuela humana. ¡jope, que chula¡ me iba hablando y, mientras acariciaba mi dolorida cabecita me decía: ¿Dónde vas a estar mejor que con esta hija mía, que parece que se le ha ido al irte, la alegría de la huerta esa que tiene? –
-Toma nena, toma, que se la han encontrado unos chiquillos. Ya le han dado de cenar.-
Enseguida me acosté. Demasiadas emociones para un solo día y para mi corta edad. -Y, me picaba y me dolía tanto mi cabecita-

Al día siguiente:
-Buenos días, gata preciosa. ¡Ahhhh¡ ¿Pero que te ha pasado?.
Mi humana, por fin, se daba cuenta de lo malita que estaba. Durante la noche, de tanto rascarme, me había pelado media cabecita.
-¡¡Al Veterinario, ahora mismo¡¡
Mi ama me metió en el trasportín de mimbre y corriendo me llevó al médico de animales que me abrió una ficha como en la sanidad pública y me diagnosticó:
-"Inmunodeprimida por parasitosis debido a las pulgas. Ha tenido que contagiarla algún gato callejero que se habrá acercado a la camada. Por eso tiene las orejitas llenas como de hollín de las chimeneas".-
¡¡Por Bastet¡¡ ¿las pulgas, inmunodeprimida yo?..Por eso estaba tan malita.

El Veterinario me lavó los oídos con suero y me inyectó vitaminas y un antibiótico y le preguntó a mi ama donde me había encontrado para estar así.
–No, si me la ha regalado una amiga, contestó.
-¿Amiga? pues como si fuera su peor enemiga, porque hay que ver cómo está la gata…Le dijo el Veterinario.

Salimos de allí con un recetario de pastillas, pomada, desinfectante, suero…. Me temí lo peor y maullé para mis adentros: -Ahora es cuando al salir me dejará en plena calle, sola, enferma, frente a mi destino de gata abandonada. Pero no; en la primera Farmacia, mi ama humana, se gastó las pelas. Y yo, ya ronroneaba tranquila.

Mi humana felina convirtió una parte de su casa en mi hábitat de recuperación. Me lavaba con jabón de sosa y me echaba los potingues recetados, –que yo me lamía sin parar- ¡Como soy tan limpia¡.
La pobre luchaba para hacerme tragar la pastilla que yo soltaba de la boca una y otra vez. Ahora ya ha aprendido y me da muy bien las del celo. ¡Como no quiere que tenga novio¡.
Poco a poco dejé de estar de pena y me fue saliendo el hermoso pelo de tres colores que perdí en la inmunodepresión gatuna, y mi ama y yo, empezamos a estar felices.

Yo, la quiero mucho Le ronroneo continuamente para demostrárselo. Y cuando no está en casa la echo mucho de menos.  Por tanto soy una gata con suerte. ¡con lo mal que empecé esta vida mía¡ y ahora soy dueña y señora de mi espacio. Me paseo por toda la casa con mi porte de felina casera. No me falta leche, agua fresca ni comida de gata. Mi ama me acaricia, habla conmigo y yo le contesto, ¡porque los gatos hablamos¡ Los humanos gatunos saben que nuestros maullidos son palabras, distintos según las preguntas que nos hagan o hagamos y las respuestas que demos; o lo que pidamos. Además, que las siamesas somos muy charlatanas. Y si no me conviene, ni caso, que para eso soy felina, ¡faltaba más¡. Otras veces me escondo dentro del armario ropero donde ella guarda tantas falditas y pantalones… ¡¡jo, si me pillara¡¡ y aunque me llame, no salgo. Luego, cuando la noto a punto de lloriquear pensando que igual me he lanzado a través de la ventana a la caza de los pajaritos cantores que veo a través del cristal, salgo tan sigilosa como soy, y la miro desde estos azules ojos míos de pupilas cambiantes, que ella dice son de felina humanidad, y me la gano de nuevo... Y ella a mí me tiene rendida en sus abrazos.

Un día, mi ama me dijo que estaba leyendo a un escritor famoso que hablaba de sus dos gatitas siamesas y las describía como gente inteligente, civilizada. Y, claro, yo me puse muy orgullosa y le maullé que nunca se arrepentiría de haberme curado y traído a casa.
Cuando a algunos humanos les oigo comentarios desafortunados sobre mis congéneres, lo maúllo insistentemente: ¡¡son pobres ignorantes¡¡ Y, según ella leyó, hay un proverbio alemán que dice: “los que odian a los gatos es porque en otra vida fueron ratones”.

Sé que mi humana querida nunca me dejará la puerta abierta, pero también sé, dentro de esta suerte mía, que como en la casa de una no se está en ninguna parte.

Miau…maaaauuuu. Miiiaaauuu.