domingo, 20 de septiembre de 2015

TARDE DE DOMINGO



Crónica del día: Me refugia la penúltima tarde del verano. Centrifuga la lavadora los vestidos que esperarán otro calor en el armario. Me miran los bostezos de las gatas que desperezan su ociosidad. Verso, el gato literato, reclama una puerta abierta. Venus aún duerme sobre su colcha. Zurean las palomas. Trinan los pájaros. Los perros del vecino ladran. Las uvas que no fueron postre se pudren bajo la parra que pide a gritos un otoño. La televisión habla sola. Ella, dormita frente a su aburrimiento. Él está con sus teclados ajeno a la tarde que declina…Yo escribo. Para eso me sirve esta tarde de domingo. Y porque de no hacerlo, le saldría un salpullido a las palabras…
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3 comentarios:

  1. Yo siempre digo que las tardes de domingo son perrunas, pero veo que también son muy gatunas.

    Besos

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  2. Hola Carmen, las tardes de domingo nunca me gustaron, suenan a llovizna gris y antológicos recuerdos de soledades, definitivamente no deberían existir, si hasta mis gatos bostezan aburrimientos.
    Un gran abrazo estimada amiga.

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  3. Maullidos amables a estas horas y unos ronroneos de Alfaro y Roberto que me saben a otro domingo que termina.
    Besos a los dos y gracias por entrar a mi gatera.

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