lunes, 22 de septiembre de 2014

ME DICES QUE TE GUSTO...




Me dices que te gusto,  pero que no tengo gusto, para según qué cosas, ni me entiendes del todo. Que no sabes sí, entre comillas, encierro intenciones o abro un paréntesis entre el paréntesis en que quedó lo que quisimos decir y hemos callado. Has abierto, nena, un signo de admiración, cuando he paseado mis ojos por tu escote, que ha dejado a  las palabras en puntos suspensivos. Pero no te pongas nerviosa, es la hora de que coma lo que ayer me cocinaste de alegorías en su punto; mientras el guión de nuestras vidas se escribe o se describe. Aguanta, nena, yo soy como una metáfora en la lengua, envuelto en un cuento que te cuento cuando menos te das cuenta. 

Es lo que tiene mi vida. Que no es literal ni literaria (como tú quisieras) sino libertaria, antónima y cretina… 

Crónica del día a pie de página: Un desvarío por el otoño nuevo, mientras divaga la mente palabras huidas del verano.

3 comentarios:

  1. Un desvarío otoñal con comillas y puntos suspensivos. Muy bien descripto.
    Carmen, muchas veces mis comentarios no se pueden publicar en la entrada, lo intento muchas veces pero nada, seguramente algún fantasma de un toro que quiere desquite por tan desgraciada manera de divertir a unos ignorantes que confunden muerte con cultura.
    Espero que éste si pegue y no se borre, una fuerte abrazo amiga.

    ResponderEliminar
  2. Gracias Roberto. Sí, a veces bloguer da problemas para comentar. Son esos duendes que se esconden entre las palabras y a veces no las dejan salir.
    El día que el hombre no tenga tanta sed de sangre, la humanidad se habrá acercado a los animales con la ternura que le impedirá divertirse con su muerte.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar