Crónica del día. Me disperso tanto en tantas cosas, que ni tiempo tengo de lamerme las costras del verano... Antes siempre encontraba un momento para pararme bajo los tejados y observar la calle con detenimiento. Pero, poco a poco, la misma es tan absurda que solo se me ocurre elucubrar (aunque no se me entienda), pero no tengo muchas ganas de ser fácil, sino que cada quién saque las conclusiones que saque de mi pensar.. Para eso está la imaginación...
A veces creo que me quedo sin palabras. Luego salgo de mí y me las encuentro en todas las esquinas. Me dicen cosas, algunas incomprensibles, otras legibles con solo una mirada necesaria. La calle es un revuelo y ni los pájaros se aguantan en sus ramas. Supongo que es la necesidad de volar. Sé que no tengo tiempo para perderlo, y sin embargo no sé qué hacer con el que me sobra. Igual es porque me hago mayor, a medida que descubro lo pequeña que se nos queda la vida, de tan complicada que nos la hacemos...
Hoy me ha dado por pensar, luego existo. Porque otras veces creo que nada de lo que pasa es real (de tan absurdo) y que nos vigilan extraterrrestres; por si fuéramos causa de estudio intergaláctico.
Gata Literata.
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